Discurso del Presidente de la República de Costa Rica en el Debate General de la Sesión 72 de la Asamblea General de las Naciones Unidas


Presidente de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, Señor Miroslav Lajcák

Señoras y señores Jefes de Estado y de Gobierno Distinguidos delegados y delegadas Amigas y amigos,

Señor Presidente: Costa Rica lo felicita por su elección y celebra las prioridades que usted ha establecido para su mandato. Quiero reiterar el compromiso de mi país de trabajar con usted y con todos los Estados miembros, a fin de concretar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, hacer cumplir sin dilación los compromisos sobre cambio climático de París y Marrakech, implementar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y fortalecer la gobernanza mundial y el multilateralismo como espacios de suprema importancia para la preservación de la paz y la estabilidad internacionales.

Señor Presidente:

Cada palabra, declaración y acción adoptada en este recinto mantiene vigente la esperanza de Kant y su inspiradora confianza en la humanidad. Construir un mundo desde la Agenda 2030, desde el Acuerdo de París, desde Beijín+20, desde los tratados de no proliferación de armas y los tratados de desarme y prohibición nuclear, da cuenta del reconocimiento de los múltiples desafíos que enfrentamos las comunidades humanas y evoca nuestra profunda convicción en la respuesta mundialmente concertada para la resolución de los problemas más apremiantes de la humanidad. A la vez, estos hitos son piezas recientes del ilustre entendimiento de quienes, antes que nosotros y en medio de condiciones apremiantes, lucharon por una convivencia digna, por la libertad como mandato de vida y por mantener viva la esperanza como imperativo de lo cotidiano.

Nuestro deber como líderes consiste en dirigir a nuestros pueblos hacia el desarrollo humano sostenible. En ello radica la potencia ética de nuestras acciones tanto en nuestros escenarios domésticos como en esta Asamblea, cuya trascendencia requiere del compromiso activo de generar bienestar y luchar contra la desigualdad, la injusticia y la violencia. Implica incomodar a quienes se oponen a que el mundo sea un hogar abierto, sin prejuicios y resplandeciente para todos, y por lo tanto no es una aspiración libre de resistencias e incomprensiones.

Frente a esos muros de miopía o maldad, Costa Rica siempre ha optado por el trabajo honesto, la incansable capacidad de darnos a los demás con generosidad pese a nuestra pequeñez. Mi país ha elegido la compasión, la solidaridad y la construcción de la paz como los valores principales para el pleno respeto de los Derechos Humanos. Y en ese marco ha hecho del Derecho Internacional, del multilateralismo activo y del rechazo a la depredación del ambiente, los mecanismos idóneos para la resolución de conflictos al interior y entre los Estados del mundo. Ese ha sido y seguirá siendo, en resumen, nuestro compromiso con la Humanidad.

COSTA RICA: PRIMER PAÍS DEL MUNDO EN FIRMAR EL PACTO PARA EL CUMPLIMIENTO DE LOS OBJETIVOS DE ODS

En el mes de setiembre del año 2016, Costa Rica se convirtió en el primer país en suscribir un Pacto Nacional por el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con la particularidad de incorporar en este proceso a los máximos representantes de los supremos poderes de la República, representantes de gobiernos locales, sector empresarial, iglesias, organizaciones sociales y academia, los cuales comprometieron activamente sus agendas en procura de la implementación de estos objetivos globales.
Al amparo de esta iniciativa se logró alinear nuestro Plan de Nacional de Desarrollo 2015-2018 con los ODS y las metas sectoriales de programas y proyectos nacionales y locales, y se estableció la estrategia funcional para la planificación, implementación y seguimiento de los ODS, la cual opera bajo un esquema de concertación, diálogo y rendición de cuentas.

Hace dos años, planteé en este mismo foro que Costa Rica se comprometía con el diseño e implementación de los instrumentos adecuados para librar una campaña real y sostenible contra la pobreza. Dada su naturaleza multidimensional, adoptamos el Índice de Pobreza Multidimensional junto con la estructura de gobernanza funcional y multi-actor, la cual constituyó uno de los avances más importantes en la disminución de la pobreza en CR por primera vez en siete años, por medio de una apropiación articulada y coordinada en la toma de decisiones, diseño de iniciativas e implementación de estrategias a nivel país.

En esta línea, Costa Rica y otros 42 países, presentamos un informe nacional voluntario sobre la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con ocasión del Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas. También en ese mismo sentido, Costa Rica auspició junto con los demás países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana, la armonización de la agenda regional con dichos Objetivos.

Costa Rica ha entendido y asumido la naturaleza integral, universal y multidimensional de los ODS. Consideramos que su implementación requiere, por tanto, de innovar la política y la gestión pública. No dejar a nadie atrás es una responsabilidad del Estado y del gobierno, pero estas instancias no pueden actuar solas. Por esa razón, la Agenda 2030 debe asentarse en el consenso, en la generación de sinergias, y en la participación creativa y compromiso de múltiples actores y sectores productivos. Sobre todo en el compromiso y el llamado a la acción de esta Asamblea, pues más que una consigna “que nadie se quede atrás” es un contundente llamado a la acción de todas las partes que conforman nuestras sociedades.

Destaco entonces el contenido y la calidad del Reporte del Secretario General para el reposicionamiento del Sistema de Naciones Unidas para el Desarrollo a fin de honrar los ambiciosos objetivos de la Agenda 2030. Estimo que este es el camino adecuado para coordinar y llevar a cabo acciones globales que den respuesta a las necesidades de desarrollo sostenible actuales y futuras.

En este mismo sentido, es preciso pensar en las necesidades de los países de renta media. Creo en la conveniencia de continuar los esfuerzos que se han llevado a cabo hasta hoy y continuar trabajando en la promoción de los intereses de estos países con la intención de que el Sistema de las Naciones Unidas ofrezca apoyos eficientes, focalizados y mejor coordinados.

Costa Rica quiere enfatizar la importancia que tiene para los países y para el Sistema de Naciones Unidas el replanteamiento del concepto de ingreso per cápita como referente para determinar el progreso un país. Sólo una visión multidimensional del desarrollo, especialmente una visión multidimensional de la pobreza, permitirán entender las necesidades de las poblaciones de una familia y de los individuos que la conforman en materia de acceso a la salud, eliminación de la desigualdad, equidad de género, y 5 atención a las vulnerabilidades sociales, económicas y ambientales, entre otros retos de los países en desarrollo.

Con todo respeto pero también con urgencia, solicito al Secretario General promover la apertura de espacios para establecer estrategias de trabajo que fortalezcan las capacidades de estos países y les permita cooperar con mayor efectividad con otros países de renta media y con países menos adelantados.

Para estos países alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible será imposible a menos que los problemas económicos, sociales y ambientales sean incorporados a una ruta de acción global. Como foro universal, el Sistema de Naciones Unidas cuenta con una posición privilegiada para consolidar la estrategia de concertación de países con renta media.

EL VAIVÉN DEL DESARROLLO Y EL ARRAIGO INSTITUCIONAL

Amartya Sen ha dicho con indiscutible autoridad que para hablar del desarrollo de una sociedad hay que analizar la vida de quienes la integran y que no puede considerarse que exista éxito económico sin tener en cuenta la calidad de vida de las comunidades, que es la misma que la de cada uno de sus miembros.

Esta tesis atribuye especial importancia a los grupos minoritarios que han sido históricamente excluidos del pleno ejercicio de sus derechos, y al entendimiento de las sociedades que los albergan, especialmente si su naturaleza obliga a la adopción de procesos focalizados para alcanzar la Agenda 20-30.

Esta complejidad obliga a mirar con atención sectores productivos como la agricultura familiar, la cual es la principal fuente de ingresos para el 70% de la población rural pobre del mundo, equivalente al 40% de la población mundial. Cerca de 500 millones de pequeñas fincas suministran el 80% de los alimentos que consume el mundo en desarrollo, siendo éstas, en muchas ocasiones, la base histórica del desarrollo productivo de naciones enteras, como es el caso de mi país.

La agricultura familiar tiene un rol esencial en la contribución al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya que agrupa los objetivos de manera integral y es la base de la producción sostenible de alimentos, de la gestión ambiental del territorio rural y marino donde se desarrolla, y 6 de su biodiversidad, fuente de importantes manifestaciones culturales de cada pueblo y, en definitiva, un pilar fundamental del desarrollo integral de las naciones.

En tal sentido, junto con un grupo de países de diferentes partes del mundo, Costa Rica tendrá el honor de presentar durante este período de sesiones una resolución para declarar el “Decenio de la Agricultura Familiar” 2019- 2028, inspirado en el éxito alcanzado por el “Año Internacional de la Agricultura Familiar” aprobado por la Asamblea General en el 2014.

EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES

La igualdad de género, señor Presidente, continúa siendo un objetivo de la mayor importancia en todas las naciones. Cada día son más palpables los esfuerzos de las mujeres en la búsqueda del pleno reconocimiento y ejercicio de sus derechos. Sus luchas son consustanciales a la construcción de sociedades verdaderamente democráticas y a la convivencia inclusiva en todos nuestros países. Más aún, la lucha por los derechos plenos de las mujeres es un ejercicio sin cuya plena realización resultará imposible hacer realidad los ODS en el plazo previsto por esta Organización.

La literatura es vasta y las declaraciones políticas son contundes al resaltar el sensible déficit democrático y perjuicio en términos de desarrollo que se deriva de la persistencia de estructuras patriarcales y machistas forjadas en otros tiempos, pero reproducidas hoy día, dada la ausencia de educación en derechos humanos y de respeto a la convivencia democrática.

La desigualdad de género no es un tema que nos sea ajeno y se manifieste, de manera oculta, en el trasfondo de las relaciones internas de países más allá de nuestra vista. La desigualdad está frente a nuestros ojos. Tomemos un momento para mirar a nuestro alrededor, es imperativo hacer acciones concretas para que sean pares plenos en este importante recinto.

Mi país ha entendido este compromiso y acoge las propuestas de trabajo de International Gender Champions, orientadas a reversar la tendencia de desigualdad de género dentro de las Naciones Unidas y tomar acciones específicas para esta sesión 72 al hacer un llamado a los campeones de género para promover el balance dentro de sus delegaciones asistentes al debate general durante la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General.
La participación efectiva de las mujeres en la esfera económica de sus sociedades tiene impactos profundos y significativos en otras áreas 7 de autonomía, ya que una mujer económicamente empoderada es una persona con las herramientas y capacidades para impactar positivamente sus comunidades.

Si bien es cierto, muchas de las mujeres trabajan, son empresarias, laboran en el sector público o privado, millones lo hacen en el sector informal, otras tantas realizan trabajo doméstico y de cuido no remunerado. Se estima que el trabajo no remunerado de las mujeres equivale a $10.000 millones por año, lo que constituye el 13% del PIB global. Sin embargo, si he de escoger un ejemplo insultante y absurdo de esta discriminación, el que me sigue indignando más es que las mujeres en promedio reciben un 25% menos del pago de los hombres por trabajo igual.

Tuve el honor de presidir el Panel de Alto Nivel para el Empoderamiento Económico de las Mujeres, junto a la CEO de IKEA-Suiza Simona Scarpaleggia, por encargo del ex secretario General, Ban Ki-moon y de ONU Mujeres. El reporte final de este trabajo, en el que participaron mujeres de todo el mundo, concluye que:

· es indispensable expandir la cobertura de la protección social y el acceso a la justicia con garantías legales

· el cuido también es una actividad económica cuyo aporte debe reflejarse en la productividad de los países. Los hombres deben ser corresponsables del cumplimiento de esta labor y las empresas privadas e instituciones públicas están llamadas a favorecerlo

· las mujeres tienen el desafío de acceder a servicios digitales y financieros, así como a ser titulares de la redistribución de la tierra

· es necesario reconocer en las empresas los liderazgos de mujeres

· es urgente que las políticas macroeconómicas de los Estados empoderen a las mujeres y sirvan en el propósito de obtener empleos decentes

· se deben reformar las leyes que provoquen discriminación y promulgar otras que estimulen la igualdad

· se deben extender a las instituciones públicas y empresa privada las políticas afirmativas de contratación de mujeres e impulsar empresas cuyas propietarias sean mujeres

· precisa reforzar los apoyos las trabajadoras informales y las trabajadoras agrícolas.

Ciertamente, se requiere de la adopción de una estrategia multidimensional e intersectorial para el abordaje de las barreras que impiden el empoderamiento económico de las mujeres. En tal sentido, Costa Rica cuenta con una política pública dirigida a garantizar la empleabilidad de las mujeres en condiciones de igualdad. Se trata de una política cuyo objetivo es la eliminación de las brechas de acceso y permanencia en el ámbito laboral, cuyo actor clave es el sector privado, como principal fuente de empleo y de desarrollo nacional. Esta práctica se enmarca en las nuevas tendencias de los mercados internacionales y la economía global, donde las empresas buscan aumentar su productividad mediante la innovación, el mejoramiento del clima laboral, la atracción de talentos y la adopción de valores y prácticas basadas en los derechos de las personas.

No obstante, reconocemos que persisten múltiples desafíos para avanzar hacia la igualdad sustantiva. Nuestra voluntad es lograr la inserción de las mujeres en el trabajo remunerado, con medidas que erradiquen la división sexual del trabajo y posibiliten la autonomía económica y la calidad de vida como condición necesaria para el ejercicio pleno de sus derechos.

Si me lo permiten, deseo sólo por un momento enviar este mensaje en idioma inglés a todas las mujeres que con su trabajo enaltecen a sus familias y comunidades locales y nacionales.

Today, I extend mi recognition to all women on Earth. You are capable enough to move ahead despite the rigid and rude patriarchal heritage that tends to not acknowledge your abilities and accomplishments and that fills with doubts and dangers your road towards your full autonomy. You are an example for others: your internal strength leads you to break the chains of oppression, rise above tearing migrations and forced displacement, free entire communities for unexpected forms of slavery. And within this grim march that your life is, you devote with deep passion to your people, with whom you are sensible and protective even when your love and generosity are not understood nor repaid. You are masters of resilience, since you have learned how to deal with the wrong people and painful moments. 9 You know how to fulfill your roles of mother, partner, friend, or leader and you dedicate to them even if you need to sacrifice yourself because of a superior responsibility, a greater good that you accomplish with sincere devotion, aware of the risks and bearing in mind that you are an example to other women that follow your steps.

Definitely, it’s not easy being a Khaleesi. Whether in fiction or in real life, the goal of equality is much greater than we that are circumstantially here. Today is a good day to look ourselves in the mirror, start to create truly equal relations, and take this long night to its end.

EL CAMBIO CLIMÁTICO

Señor Presidente,

Los abuelos de mi generación nunca estuvieron en capacidad de prever consecuencias que la industrialización y sus modelos de negocios tendrían sobre el clima. Nosotros, los abuelos de las próximas sí. Por eso no podemos ser indiferentes. Ciertamente, desde hace décadas la humanidad posee los recursos y el conocimiento científico para medir con exactitud el comportamiento de innumerables variables asociadas al ambiente, y proyectar escenarios a futuro de las condiciones del clima en distintas regiones del mundo y del impacto que este tendría sobre los seres humanos y sus actividades sociales, productivas y culturales. Estas capacidades nos comprometen en niveles pocas veces encontrados en la historia de la humanidad. Nos endosa una responsabilidad ética y moral sobre el futuro de la vida en La Tierra y los términos de la interacción entre grupos humanos y entre éstos y su entorno natural.

Existe evidencia suficiente de la vocación transformadora del ser humano. En tal sentido, damos la bienvenida a la iniciativa francesa del Pacto Mundial para el Medio Ambiente que complementaría el edificio jurídico de los acuerdos internacionales adoptados por la ONU en 1966. También expresamos nuestra satisfacción de pertenecer al grupo de amigos que, con el liderazgo de Eslovenia, Suiza, Marruecos, Maldivas y Costa Rica, promueve la resolución sobre Derechos Humanos y el Medio Ambiente, que se articula en el seno del Consejo de Derechos Humanos.

Además, junto con los países de AILAC (Asociación Independiente de América Latina y el Caribe) hemos ejercido un liderazgo positivo en las 10 negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, tendiendo puentes entre los grupos negociadores y haciendo propuestas.

Los países, señor Presidente, debemos adoptar posturas cada vez más ambiciosas en materia de conservación ambiental y lucha contra el cambio climático, y entenderlas como el derecho ineludible de todo ser humano y de las futuras generaciones de vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.

Cuente, señor Presidente, con el apoyo incondicional e irrestricto del pueblo costarricense en el impulso de esta agenda vital.

Con satisfacción me permito hacer de conocimiento del pleno que a partir del liderazgo compartido de Chile y Costa Rica, Latinoamérica avanza hacia la definición de un instrumento regional sobre los derechos de acceso a la información, a la participación y a la justicia en asuntos ambientales.
Esta iniciativa busca provocar acuerdos más efectivos en contexto de conflictos socio-ambientales mediante un esquema de gobernanza ambiental, en el que el Estado funge como facilitador de los espacios de acuerdo y toma de decisiones donde participan todos los actores interesados o afectados. En él se incluyen los principios de precaución, reparación y no regresión.

Reafirmamos la aspiración de orientar nuestra economía hacia la carbono neutralidad como parte de las acciones voluntarias pre-2020 y profundizamos nuestros compromisos a largo plazo hacia la descarbonización profunda de la economía. Nuestra matriz eléctrica sigue siendo un ejemplo de planificación y uso de energías renovables para el mundo, gracias a los periodos prolongados de generación basada exclusivamente en fuentes renovables: agua, viento, geotermia, biomasa y luz solar.

Asimismo, al proceso de compensación de nuestros bosques, sumamos la reducción de emisiones en sectores críticos como transporte, ganadería y residuos. Hemos definido un límite absoluto de emisiones al 2030, equivalente a una disminución del 25% de emisiones, comparado al año 2012. Esto nos posiciona en un lugar privilegiado para convertirnos en un centro verde de gestión, innovación y transferencia de conocimientos. Invitamos a nuestros socios estratégicos a que se unan a este esfuerzo.

Es claro que no podremos mejorar la salud de nuestros océanos si no cambiamos nuestros hábitos de producción y de consumo en tierra firme. En tal sentido, la recién emitida Política Nacional de Saneamiento de Aguas Residuales y la Estrategia Nacional de Sustitución de Plásticos procuran detener la contaminación producto de las actividades terrestres y revertir sus efectos acumulativos, con la cual se pretende sustituir el uso de pajillas, removedores de café y envases plásticos. Adicionalmente, trabajamos en acabar con las prácticas pesqueras destructivas y articular esfuerzos a fin de que las poblaciones costeras puedan desarrollarse a partir del uso y gestión sostenible de los recursos marino-costeros.

En esta misma línea de conservación, presentamos la Política Nacional de Humedales, la cual pretende la rehabilitación ecológica de los ecosistemas de humedales de Costa Rica y el impulso de acciones para su aprovechamiento sostenible y participativo, así como el establecimiento de un marco de acción planificado a largo plazo para lograr la restauración de los sistemas de humedales nacionales y asegurar un aprovechamiento responsable de los mismos que contribuya a la mejora de la calidad de vida de las comunidades.

Creemos que todos estos esfuerzos favorecen no solo la atención y mitigación del cambio climático, sino también su impacto en los Derechos Humanos y las políticas públicas de promoción de la igualdad de género, la no discriminación y el disfrute de los derechos de los pueblos indígenas.
Por eso, damos también la bienvenida, al proceso de preparación del Pacto Global para una migración regular, segura y ordenada y el Pacto Mundial para Refugiados.

Quiero recordar acá el principio de progresividad de los derechos humanos, principio esencial que implica la ampliación de la gama de derechos concedidos y por el cual no podemos volver atrás. Pero que principalmente conlleva la idea de que estamos llamados a cubrir a nuestros habitantes cada vez de más y mejores garantías que permitan el ejercicio libre y plenos de cada uno de esos derechos.

LA PAZ Y LA SEGURIDAD

El siglo XX fue testigo de algunos de los mayores y más atroces conflictos por los que la humanidad ha atravesado. El fin de la Segunda Guerra Mundial marcó una amenaza aún mayor, una con el potencial, ahora sí, de 12 destruirnos como especie. La carrera armamentista nuclear fue, durante gran parte de la segunda mitad del siglo pasado, un desvelo constante que amenazaba la continuidad de la familia humana.

Costa Rica ve con gran preocupación los eventos desarrollados en la península coreana. El incremento en la retórica belicista en aquel rincón del continente asiático significa una seria y real amenaza a la paz y estabilidad no solo de la región, sino del mundo. Costa Rica mira con asombro cómo, a casi tres décadas del final de la Guerra Fría, vuelven a aparecer fantasmas que considerábamos desterrados para siempre de un mundo en donde se necesitan más medicinas no rifles, más escuelas no cuarteles y más proyectos para la provisión de agua potable que centrales para la producción de armas de destrucción masiva.

Por eso condenamos firmemente y con vehemencia la nuclearización de la península de Corea. Siempre estaremos del lado del diálogo, la diplomacia activa y el multilateralismo. Hacemos un llamado para que las partes involucradas, así como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas asuman un rol activo para evitar escalamientos de la tensión que puedan derivar en consecuencias nefastas y de las cuales existe el riesgo de no retorno. No podemos guardar silencio, ni quedarnos de brazos cruzados, demandamos que el Consejo de Seguridad actúe de forma inmediata, como es su responsabilidad, para contener esta situación.

Señor Presidente,

Vemos con esperanza, alegría y orgullo, como en julio de este año fue finalmente aprobado el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares; un proceso en el cual felicito a la señora embajadora costarricense Elayne Whyte, quien, como presidenta de la conferencia de esas negociaciones, lideró el proceso con valentía y gran habilidad. Ese esfuerzo, junto al de las delegaciones participantes, convirtió en realidad un sueño esperado por más de siete décadas.

Este Tratado es un mensaje rotundo de que la mayor parte de la membrecía de las Naciones Unidas no apoya, no acepta y no considera las armas nucleares como legítimas y que la comunidad internacional deja claramente establecido que las armas nucleares no solo son inmorales, y éticamente rebatibles, sino que a partir de ahora también serán ilegales.

Se establece por consiguiente una nueva norma del Derecho Internacional de prohibición absoluta de las armas nucleares en toda circunstancia; y se dispone un marco sólido y legalmente vinculante para la destrucción y total eliminación de las armas nucleares de forma transparente, irreversible y verificable en plazos específicos.

Como democracia desarmada que descansa su defensa en el Derecho Internacional, nos satisface que además de prohibir el desarrollo, producción, fabricación, transferencia, posesión, almacenamiento, emplazamiento, instalación o despliegue de las armas nucleares, el Tratado prohíba explícitamente la amenaza de su uso, con lo cual se ilegalizan también las llamadas doctrinas de seguridad de disuasión nuclear.

Muchos dirán que todo este esfuerzo carece de sentido en el tanto ninguna de las potencias nucleares ha querido formar parte de él. Les digo que están equivocados. El deseo de los 122 países que aprobaron el texto del Tratado es la voz legítima de pueblos amantes de la paz y de la defensa de la humanidad. Todo esfuerzo por estar al lado del desarme jamás será un sinsentido. Estar al lado de la paz jamás será un error. Costa Rica aplaude a estos 122 países, a todos los que firmaremos mañana el Tratado y hace un llamado vehemente para que otros más se sumen a él, de manera tal que podamos asegurarnos un futuro para nosotros y para quienes vendrán después de nosotros a seguir construyendo el mundo que soñamos.

Costa Rica no deja de sorprenderse ante los atentados terroristas que lamentablemente suceden en algún lugar del mundo prácticamente todas las semanas del año. Queremos una vez más expresar nuestra absoluta e inequívoca condena del terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, sin importar quién lo cometa, en qué lugar, ni con qué fines, así como la necesidad de llevar a sus autores ante la justicia. La lucha contra el terrorismo debe estar enmarcada en una estricta observancia del derecho internacional, incluyendo el Derecho de los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los refugiados.
Deseo hacer hincapié en el papel neurálgico del Derecho Internacional como mecanismo legítimo para dirimir los conflictos a los que como Estados debamos hacer frente. Deseo también a este respecto, y precisamente pensando en que las sanciones económicas unilaterales carecen de eficacia como métodos de castigo a los gobiernos pero sí la tienen para lesionar gravemente los derechos de los pueblos al bienestar y al desarrollo, 14 manifestar la oposición de mi país al bloqueo que los EEUU han impuesto a Cuba por 55 años con elevados costos humanos, económicos y sociales para su población.

Hace 69 años Costa Rica decidió cambiar armas y soldados por cuadernos y profesores. Hace 69 años Costa Rica decidió creer, fortalecer e impulsar al Derecho Internacional como la forma civilizatoria de solventar sus diferencias con otros y hoy, 69 años después, Costa Rica lo sigue creyendo así.

El objetivo originario del nacimiento de las Naciones Unidas fue evitar el flagelo de la guerra para las generaciones futuras. Desde 1945 hasta hoy el mundo ha cambiado vertiginosamente. Las amenazas, los retos y desafíos a la paz, a la estabilidad y a la seguridad global son cada vez más diversos y complejos; sin embargo hay algo que no ha cambiado un ápice, y es ese impulso intrínseco y natural por esforzarnos inagotablemente para alcanzar los valores universales más loables y supremos, basados en el Derecho y en la prevalencia de las instituciones sobre la fuerza bruta. Esa es la esencia de esta Institución: hacer del bienestar de todas las naciones, el sustento de la paz en cada una de ellas.

El poeta andaluz Federico García Lorca decía que “el teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla, grita, llora y se desespera”. Hoy tenemos la obligación de levantarnos de las palabras que hemos pronunciado y salir al mundo a hacerlas realidad. Hoy debemos de traer la esperanza de vuelta al corazón de cada habitante de este planeta, y hacer que esa esperanza se materialice en una vida digna, que se apoya en la garantía de cumplimiento de sus derechos y la plenitud de su libertad.

Si bien la lucha por los derechos humanos es una empresa histórica interminable, nunca antes el planeta ha contado con índices tan altos de educación, de paz y de menor cantidad de conflictos armados como en nuestro tiempo. Ello no debe ser un llamado a la desmovilización ni a la complacencia, sino un indicador de que, pese a todo y aún cuando existen todavía regiones del mundo dominadas por la violencia bélica y estructural, la sociedad humana avanza por el camino correcto y no en poca medida gracias a los esfuerzos de estas Organización.

Somos dueños de nuestro futuro. A pesar del dolor que genera la injusticia y la sinrazón que todavía prevalecen en nuestro tiempo, somos más los convencidos que sí es posible la bondad, la solidaridad, la libertad, la justicia, la paz, el perdón y la reconciliación, que quienes auspician la muerte, el dolor, la tortura, la militarización o el predominio del miedo sobre nuestra hermosa capacidad de crear.

Señor Presidente:

Este será el último discurso que dirija a este foro como Presidente de Costa Rica. El año próximo, en cumplimiento de un ritual cívico que mi país celebra regularmente desde hace muchas décadas, mi pueblo enviará a un nuevo representante a que porte su voz en esta Organización Mundial de la que nos sentimos tan orgullosos. Así será muchas veces en el futuro, pues efímero, el mandato presidencial cuando se vive en democracia exige la renovación permanente de sus liderazgos.

Pensando en este momento desde hace meses, deseo dedicar estas palabras de cierre a mis hijas e hijos en representación de todas y todos las y los vuestros. Esas otras generaciones que hemos engendrado merecen también ser convocadas en este Foro universal porque en muchos sentidos son copartícipes de lo que sus progenitores aquí resuelven. Ello tanto en un sentido metafórico, como en uno profundamente humano. Quiero que Mónica, Cristina, Beatriz, Diego, Ignacio y la pequeña Inés sepan que cada vez que un padre o una madre de familia subió a este podio para predicar la paz y la justicia, la reconciliación o la solidaridad, lo hizo también pensando en ellas y ellos, en su presente y en su futuro. Quiero que sepan que cada vez que un padre o una madre de familia clamó desde esta tribuna por los Derechos Humanos, por la igualdad entre mujeres y hombres o por la defensa de la Naturaleza contra las fuerzas irracionales de la avaricia humana o del consumismo, lo hizo sintiéndose responsable de su bienestar y el de sus compañeros generacionales. Y quiero que sepan también que su padre, y antes que él otros padres y madres de familia costarricenses que desde aquí contemplaron esta augusta Asamblea General, lo hicieron con el gran orgullo de ser representantes de un pueblo digno, trabajador y valiente que ama la libertad, que día a día construye la paz y que defenderá siempre los Derechos Humanos como bien supremo de nuestra familia universal.

Eso debe hacerles sentirse orgullosos y felices. Orgullosos de saberse parte de un continuo histórico que como las olas del mar se sucederá una y otra vez mientras en el mundo haya ilusiones y esperanzas de progreso humano. Y felices en la certeza de que nuestro trabajo en favor de la Justicia y la Paz no fue, ni ha sido en vano.

Señor Presidente, señoras y señores Delegados:

Hago votos para que las Naciones Unidas continúen siendo el sitial preferente del entendimiento entre los pueblos del mundo. No un espacio libre de conflictos, que esa no es desdichadamente la condición natural de nuestra especie, pero sí un punto de encuentro y acuerdo para hacer realidad las aspiraciones superiores de progreso humano que ésta requiere para sobrevivir. Y hago votos también para que esa misión pueda realizarse en un marco cada vez más luminoso de desmilitarización y desnuclearización, únicos caminos que harán posible esa supervivencia más allá de todos los esfuerzos que se hagan por garantizarla.

Y también espero con toda el alma, con todo mi corazón, que las Naciones de la Tierra aquí representadas sean felices en la paz y capaces de hacer valer la sabia admonición bíblica de “convertir las armas en arados”, que no es sino otra manera de decir ser capaces de amarse unas a otras como a sí mismas.

Muchas gracias.



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