Una unión aduanera es un acuerdo comercial que contempla la eliminación de los impuestos o barreras arancelarias entre los países miembros de la Unión y la adopción de una tarifa o arancel externo común para los productos que procedan o que se dirijan a terceros países u otros bloques comerciales.

La unión aduanera entre Guatemala y Honduras entró en vigencia en junio de 2017, este proceso de Integración Profunda entre ambos países se crea en base al fundamento legal de los instrumentos jurídicos de la integración económica centroamericana.

Unión Aduanera Guatemala-Honduras

Para la implementación de proceso de profundización de integración se han creado los Puestos Fronterizos Integrados, que cuentan con Centros de Facilitación del Comercio para garantizar un paso ágil de las mercancías y los Centros de Control para atender a las mercancías exceptuadas de la libre circulación. A esto se suma la próxima implementación de las Aduanas Periféricas de la Unión Aduanera, que servirán para atender las operaciones aduaneras de mercancías que ingresan al territorio aduanero único.

La Unión Aduanera busca facilitar el comercio entre Guatemala y Honduras, acelerándolo y reduciendo su costo. Los dos países han integrado sus procedimientos comerciales en tres fronteras terrestres comunes: Agua Caliente, El Florido y Corinto. En lugar de duplicar los trámites y el papeleo en ambos lados de la frontera, el comercio entre Honduras y Guatemala ahora requiere solo un instrumento en línea llamado "FYDUCA" (Factura y Declaración Única Centroamericana).

En la unión aduanera efectuada entre Guatemala y Honduras se liberalizó el 75% del intercambio comercial entre ambos países haciéndolos más competitivos y productivos. Lo que significaba el 50% de la población centroamericana y cerca del 52% del comercio intrarregional.

En menos de 14 meses, tras seis rondas de negociación y ocho mesas de trabajo, el 20 de agosto de 2018 se oficializó el acuerdo de adhesión de la República de El Salvador al proceso de la Unión Aduanera, el cual reportará trascendentales avances que contribuirán al crecimiento de las economías y al bienestar de las poblaciones.

Con la adhesión de El Salvador el impacto al crecimiento de las economías de las tres naciones centroamericanas, representa un total de 32.1 millones de habitantes, lo que equivale al 73.7% de la población centroamericana y un total de 6,208.2 millones de dólares equivalente al 69% del comercio de la región. Esto convierte a la región en la octava economía más fuerte de América Latina.

El modelo de Unión Aduanera funcionará en seis aduanas identificadas, dos con Honduras que son El Amatillo y El Poy y cuatro con Guatemala que son La Hachadura, Anguiatú, Las Chinamas y San Cristóbal. El beneficio en cuanto a la movilidad de mercadería en las fronteras gracias a la Unión Aduanera permitirá agilizar los trámites de cruce, una reducción de los costos de transacción para todos los exportadores y para los usuarios de puntos fronterizos.

¿Cuáles son los beneficios de una Unión Aduanera?

La Unión Aduanera es una forma de integración comercial entre dos o más países y sirve como estrategia para que los países pequeños puedan enfrentarse al entorno de la globalización.

En general, una unión aduanera amplía los mercados a los que la región tiene acceso, y concede un tratamiento preferencial entre socios. Con la ampliación de los mercados resultante de la unión aduanera se consiguen varios efectos positivos:

  • La eliminación progresiva de los aranceles impulsa el comercio entre los socios de la unión.
  • La eficiencia económica tiende a mejorar porque la mayor competencia y disponibilidad de oferta promueve especialización y menores costes.
  • Se produce una mejora de la eficiencia por el efecto de las economías de escala que induce el incremento de tamaño del mercado. Las empresas reducen los costos fijos unitarios de producción al poder producir un número más elevado de unidades.
  • La inversión aumenta en la medida en que un mercado más amplio en la región ofrece incentivos a inversores internos y externos.

La capacidad negociadora de la región puede mejorar al defender posiciones entre varios países y hacer un uso optimizado de la capacidad técnica de cada uno de ellos.

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