El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) define el termino Vulnerabilidad como "el Nivel al que un sistema es susceptible, o no es capaz de soportar, los efectos adversos del cambio climático, incluida la variabilidad climática y los fenómenos extremos. La vulnerabilidad está en función del carácter, magnitud y velocidad de la variación climática al que se encuentra expuesto un sistema, su sensibilidad, y su capacidad de adaptación."
Centroamérica es altamente vulnerable porque es una región bajo alta incidencia de procesos naturales: Tectónica de placas, vulcanismo, ciclones tropicales del mar Caribe, Huracanes en el Océano Pacífico, evento El Niño y La Niña, frentes fríos del norte, flujo alisio al este, sequías y olas de calor, incendios y pestes forestales, inundaciones y marejadas, corrientes oceánicas superficiales. La ocurrencia de estos eventos en una zona altamente vulnerable social, económica y ambientalmente, genera condiciones de alto riesgo e insustentabilidad para las sociedades humanas y territorios centroamericanos.
(IPCC) define la Adaptación como el "Ajuste de los sistemas humanos o naturales frente a entornos nuevos o cambiantes. La adaptación al cambio climático se refiere a los ajustes en sistemas humanos o naturales como respuesta a estímulos climáticos proyectados o reales, o sus efectos, que pueden moderar el daño o aprovechar sus aspectos beneficiosos. Se pueden distinguir varios tipos de adaptación, entre ellas la preventiva y la reactiva, la pública y privada, o la autónoma y la planificada."
Los Lineamientos de la Estrategia Regional de Cambio Climático afirman que la adaptación al cambio climático requiere la toma de medidas apropiadas para reducir los impactos negativos del cambio climático, o aprovechar los positivos, por medio de ajustes y cambios, que abarcan desde opciones tecnológicas hasta cambios de conducta a nivel individual.
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